miércoles, 19 de agosto de 2020





El ex jefe de la Departamental de San Martín, Roberto Álvarez, fue detenido este lunes luego de haber sido reconocido por una sobreviviente como uno de los secuestradores que la trasladó del centro clandestino de Campo de Mayo a una comisaría de la Policía Federal. Aixa Bona lo identificó dos semanas atrás, en plena transmisión televisiva de la audiencia en la que el ex comisario declaró como testigo en el juicio oral que investiga la represión a la Contraofensiva Montonera. Álvarez ahora se negó a declarar. (Por El Diario del Juicio*) 

📝 Textos 👉  Paulo Giacobbe/Martina Noailles
📷 Fotos 👉 Gustavo Molfino


La detención de Álvarez, quien fue indagado ayer de manera virtual y se encuentra detenido en su casa de Villa del Parque, fue ordenada por la jueza federal N° 2 de San Martín, Alicia Vence, quien tiene a cargo la instrucción de la Megacausa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en el circuito represivo del Ejército en Campo de Mayo.
“Escuché lo que decía, no solo lo reconocí físicamente, sino la voz… No tengo ninguna duda, en esa situación uno no se olvida de la cara, pero además está igual, un poco más canoso”, dijo la sobreviviente en el programa de Oral y Público de radio La Retaguardia. Además contó que Álvarez la trasladó desde el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio a una comisaría de la Policía Federal de San Martín. En ese lugar, Aixa dijo que estuvo una semana sin comer, atada a una cama, hasta que fue llevada al Penal de Devoto. 

 

Álvarez declaró ante el Tribunal Oral Federal N° 4 de San Martín el 6 de agosto pasado en la audiencia 44 de este juicio. Lo hizo como testigo, por lo que juró decir la verdad. Cuando el presidente del Tribunal le hizo la pregunta de rigor sobre si tenía algún interés en esta causa, el ex comisario respondió:  “Ignoro de qué se trata la causa, así que mal puedo hablar del interés”. Diez días después, su testimonio cambió a indagatoria y Álvarez pasó de testigo a imputado. 
En la audiencia, el ex policía de la Federal dijo bajo juramento no recordar dónde quedaba exactamente la delegación donde prestó servicios en San Martín en los años 1979 y 1980. Esa afirmación fue parte de una serie de olvidos e inventos. Cuando la fiscal Gabriela Sosti le preguntó si en la delegación había personas detenidas provenientes de Campo de Mayo, se dio el siguiente diálogo: 

—No… no, no.. yo provenientes de Campo de Mayo, no. Por lo menos enviados por Campo de Mayo, no. En una oportunidad creo recordar que se encontró una persona que decía que había estado en Campo de Mayo. Era una persona femenina. No recuerdo el nombre, no recuerdo nada de eso, pero se encontró. La encontré yo. Estaba circulando con el coche oficial, no individualizado, no identificable, y encontré en la calle a una persona. En la calle, en la ruta, no recuerdo, no preciso bien, son muchos años. 
—Yo lo entiendo, pero a ver si lo entiendo…
—No enviada, no mandada, no ordenada, no, no. La encontré, la encontré.
—Caminando por la ruta – completó Sosti. 
—Eso es. La encontré, aparentemente con signos de extravío, y demás. Entonces pregunté, como policía, aunque no era local mi función. Entonces la llevé a la delegación.
—¿Y por qué lo vincula con Campo de Mayo? - preguntó la fiscal. 
—Porque ella me dijo que debía haber estado en alguna dependencia, yo no sabía nada – se preocupó en aclarar su ignorancia Álvarez. 


Durante su testimonio, Álvarez repetirá que andaba en un coche de civil porque para eso lo tenía, reconocerá la existencia de un chofer, aunque le será imposible recordar el nombre. Definirá al traslado como “un acto simple de auxilio a la sociedad o la comunidad” y cuando las preguntas lo incomoden, sacará a relucir la consabida carta comodín enunciada por tantos otros: “No recuerdo, no recuerdo, han pasado muchos años”. 
Bona estaba viendo en vivo la audiencia cuando reconoció a su secuestrador. Rápidamente le avisó a su abogado Rafael Flores, quien intervino para informar al Tribunal. Enseguida llegó la reacción del abogado defensor de represores, Hernán Corigliano, quien a pesar de que no era un testigo pedido por la defensa pidió suspender la testimonial por riesgo a una autoincriminación. El Tribunal aceptó el planteo y dio por finalizado su testimonio. 
Fue cuando el ex comisario pidió hablar: “¿Puedo decir algo?, escuché que la parte de la querella decía que yo había ido a buscar a Campo de Mayo, me parece que yo nunca dije eso”. Esas fueron las últimas palabras en la videoconferencia del ahora reo Álvarez. “Ya nos queda claro lo que usted dijo” fue la respuesta de Esteban Rodríguez Eggers, el presidente del TOF 4 de San Martín.  
Días después, la fiscal y la querella solicitaron al Tribunal la “extracción de testimonios respecto de lo declarado por el testigo en atención a la posible comisión de un delito de acción pública”. El 11 de agosto, los jueces Rodríguez Eggers, Matías Mancini y María Claudia Morgese Martín, por unanimidad, aceptaron la solicitud y remitieron a la jueza federal Alicia Vence la grabación del testimonio de Álvarez como así también de la audiencia del 31 de octubre de 2019 en la que Aixa Bona declaró sobre su secuestro. 
El Juzgado de instrucción deberá determinar ahora si procesa a Álvarez, quien durante la indagatoria de ayer se negó a declarar.  

*Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardiamedio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

1 comentarios:

  1. Que trabajo La Retaguardia, lo vimos por aquí por vuestro medio, esperemos le den cárcel común, no domiciliaria , gracias !!!!!!

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