sábado, 14 de marzo de 2020



Cerca del final de los testimonios propuestos por las querellas, Selva Varela Istueta, Daniel Karis, Claudia Genoud y Ana Claudia Adur aportaron sus voces en otra extensa jornada. Varela Istueta y Karis declararon por Carlos Karis y Nora Larrubia. Genoud volvió a traer al debate a su hermano Julio César, a Raúl del Monte y a Mariana Guangiroli. Ana Claudia Adur es sobrina del cura Jorge Adur y compartió un extenso audio con la voz del "capellán montonero". (Por El Diario del Juicio*) 

📷 Fotos 👉 Gustavo Molfino/Andrés Masotto
📷 Selección de fotos 👉 Andrés Masotto/Fernando Tebele

 ✍️ Textos 👉 Fernando Tebele 

👆 Foto de portada  👉 Ana Claudia Adur, la sobrina del Jorge Adur, aportó una mirada muy emotiva acerca del cura que fue secuestrado durante la Contraofensiva y luego torturado y desaparecido en Campo de Mayo. En la foto puede apreciarse como desde su teléfono Ana Claudia compartió un extenso mensaje de su tío, cuya despedida da título a este informe. 📷 Foto 👉 Gustavo Molfino

Registro cruzado. Mientras El Diario del Juicio fotografía a los imputados para volcar públicamente aquí, una mujer, familiar de alguno de los imputados, fotografió o filmó el momento, vaya a saberse para qué registro.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
Marcelo Cinto Courtaux clava su mirada en la cámara. Con su campera, intenta cubrir lo que probablemente considere una vergüenza: las esposas que le colocan en el trayecto entre la cárcel común y la silla de los imputados.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio

Jorge Bano al retirarse de la sala de audiencia. Lo hizo por el pasillo entre la gente para poder verse con una familiar que lo acompañó en la sala el corto tiempo que estuvieron presentes.
Andres Masotto/El Diario del Juicio

El primer testimonio fue estremecedor. Selva Varela Istueta dio testimonio por quienes considera sus padres, Carlos Karis y Nora Larrubia, desaparecidos durante la Contraofensiva, pero que alcanzaron a criarla en sus primeros años tras la desaparición de sus padres biológicos: Mario Baldi y Claudia Istueta, secuestrados en 1977. 
En la foto que tiene en su mano solo puede verse el rostro de Selva cuando era pequeña. Su madre Claudia Istueta había dejado una carta pidiéndole a Karis y Larrubia que criaran a su hija si les pasaba algo, que no fuera su familia biológica quien lo hiciera. Luego de la desaparición de sus padres biológicos y de los adoptivos, Selva finalmente terminó al cuidado de la hermana de Claudia, que también crió al hijo biológico de Karis y Larrubia. "No fue fácil", aseguró Selva cuando se refirió al mandato incumplido de su madre.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
Con la foto de Larrubia en un costado y la de Karis en el otro, Selva desgranó su terrible historia sin dejarle perder el protagonismo a su enorme sonrisa. "Mi historia es algo compleja, como tantas otras que habrán escuchado en este tribunal", dijo al comenzar. Tenía razón en advertirlo. Detrás, la observa su hermano.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio

Al finalizar su testimonio, posó fuera de la sala con Beto Díaz, sobreviviente de la Contraofensiva que resultó fundamental en la reconstrucción personal/familiar que pudo hacer Selva. A la derecha de la imagen, Juan Carlos Karis, hijo biológico de Karis y Larrubia, a quien Selva siempre se referirá como su hermano. Aunque no tengan lazos sangüíneos, corren por sus venas las mismas penas, ausencias y dolores.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
El segundo testimonio fue el de Claudia Genoud, la hermana de Julio César Genoud. Con el resto de sus hermanos y su pareja en primera fila, Claudia fue y vino entre el llanto y la risa. Se presentó anticipando algo de eso: "Soy la hermana de Julio César Genoud y soy llorona", dijo al no poder aguantar la emoción. Cuando el juez Rodríguez Eggers le preguntó con gentileza si quería parar, su respuesta fue contundente: "Nooo, parar no".
Puño cerrado y anteojos rojos sobre la mesa para el momento de recordar la última vez que se vieron. Julio César viajó a París, donde ellá vivía con su compañero y su pequeña hija. Allí conoció a su sobrina. Claudia recordó que intentó convencerlo para que no volviera, "pero estaba convencido de que era el momento para regresar". Fue en abril de 1979. 
Claudia leyó una carta que su hermano le envió desde el Penal de Sierra Chica a un compañero con el que practicaba básquet: "Era su pasión", señaló. Fechada el 5 de enero de 1976, trascribió la carta "porque Julio César tenía muy mala letra". Luego le dieron la opción para salir del país y allí conoció a Mariana Guangiroli, de quien se enamoró. Volverían juntos para la Contraofensiva tras dejar a la pequeña hija de Mariana, Victoria del Monte, en la guardería de La Habana.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
Los dos más cercanos son hermanos Genoud. Uno de ellos, Daniel, con camisa azul, declaró en el juicio y fue quien lo ayudó a Julio César a salir del país de manera segura. El foco está puesto en el compañero de Claudia, El Vasco. La testigo, que también es sobreviviente ya que estuvo secuestrada cinco días en la ESMA, contó que se enteró de la caída de su hermano y de Guagiroli a través de una solicitada que sacó Montoneros denunciando las desapariciones, y que tenía fotos de cada uno de los integrantes de ese grupo de la Contraofensiva.
Gustavo Molfino/El Diario del juicio
Genoud aportó a la causa una foto de Raúl Del Monte. "Sé que su hija Victoria dio testimonio acá, pero ella no tenía ninguna foto de su padre, y yo encontré esta y la traje". Del Monte fue secuestrado en Mar del Plata y pasó por el Centro Clandestino de Torturas y Extermino La Cueva. Su hija Victoria ya dio testimonio en el juicio. Del Monte, Genoud y Guangirolli se conocían desde pequeños. Del Monte y Guangiroli son papá y mamá de Victoria, que considera a Genoud "mi segundo papá", según contó en su testimonial en este juicio. 
Andrés Masotto/El Diario del Juicio

Desde Mar del Plata, brindó un corto testimonio Daniel Karis, primo de Carlos Karis. Fue corto y aportó el conocimiento familiar de su militancia previa y de la noticia del secuestro.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
La última testigo fue Ana Claudia Adur. La sobrina del cura Jorge Adur (muy nombrado en el juicio pero a la vez este fue el primer testimonio de un familiar suyo). Más allá del aporte personal que dio acerca de lo que implicó la figura de su tío, puso su teléfono al micrófono y durante 25' se escuchó su voz en un extenso mensaje. Se definió "parado del otro lado de la complicidad histórica imperdonable", en referencia al rol de la Iglesia Católica durante el genocidio.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
El cura Jorge Marengo, parte del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, acompañó durante toda la jornada. Escuchó atentamente el mensaje del cura Jorge Adur.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
La voz de Adur no causó el mismo interés en todas las partes. En primer plano está Hernán Corigliano, abogado defensor del genocida Norberto Apa, el único de los imputados con una condena anterior. Corigliano tiene una extensa trayectoria defendiendo genocidas. En 2008, durante el juicio por los crímenes cometidos en La Escuelita de Neuquén, dijo: "los que perdieron la batalla en el campo de las armas en las organizaciones subversivas hoy usan el poder y la justicia para buscar venganza". Parado en ese lugar, suena lógica la siesta mientras el resto del público se estremecía con la voz de un desaparecido.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio
De rojo, Claudia Genoud. De blanco, Ana Claudia Adur. Se saludaron afectuosamente luego de las declaraciones de ambas. Si bien la jornada comenzó con el presidente del tribunal, Esteban Rodríguez Eggers, dando cuenta de los cuidados por el Covid-19, fue difícil evitar los abrazos. Para quienes fueron víctimas del genocidio el afecto en fomato de lenguaje corporal suele resultar imprescindible. Para no poder tocar, ya sobran las ausencias.

Cuando finalizó el testimonio de Adur, el primer abrazo fue para el fotógrafo de este diario, Gustavo Molfino. Sin soltar su cámara y visiblemente emocionado, Molfino, sobreviviente de la Contraofensiva en la que secuestraron a su mamá, fue uno de los que conoció a Jorge Adur. 
Andrés Masotto/El Diario del Juicio
Testigos, sobrevivientes, abogados, la fiscal Sosti y familiares posan en una foto a la la salida de la larga jornada. El juicio proseguirá el viernes 20 de marzo y se acerca a la instancia de los alegatos.
Gustavo Molfino/El Diario del Juicio

*Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardiamedio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente en https://juiciocontraofensiva.blogspot.com

1 comentarios:

  1. Como sobreviviente de la Contraofensiva Montonera de 1979, siento no haber sido aun citada para declarar. Es para mi una obligacion moral con los que comparti, aprendi, ame y ya no estan. Pude declarar en 1984, cuando volvi de exilio y sirvio para los posteriores Juicios, los cuatro de Misiones, y el de la Masacre de Margarita Belen, donde asesinaron entre otros, a mi hermano mayor, Luis Arturo Franzen de 24 años

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