✍️ Redacción: Fernando Tebele
💻 Edición: Martina Noailles
📷 Foto de portada: Ascheri al momento de ser detenido (Foto: Natalia Bernades/La Retaguardia)
Los jueces Carlos Mahiques y Guillermos Jacobucci, integrantes de la Sala II de Casación Penal, votaron por mayoría que Eduardo Eleuterio Ascheri y Jorge Eligio Bano no cumplan más sus penas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad en cárcel común y ordenó que se vuelva al estado anterior de cumplimiento en prisión domiciliaria. El principal argumento fue la edad de los imputados. Slokar, en tanto, optó por votar la anulación del fallo de cárcel común, por una formalidad (no se corrió vista a las partes después de las pericias médicas), pero votó en disidencia a la hora de ordenar la revocatoria de la medida. Mahiques y Jacobucci argumentaron que en ninguno de los dos casos hubo fuga durante el proceso por lo que es esperable que no se fuguen ahora que están condenados.
Bano y Ascheri fueron condenados el pasado 10 de junio. En el fallo, el tribunal conformado por los jueces Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini junto a la jueza María Claudia Morgese Martín, ordenó el cumplimiento de la pena en cárcel común previas pericias médicas que constataran que estaban en condiciones físicas de que se atendieran sus dolencias típicas de sus edades en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo. En los casos de Roberto Dambrosi y Jorge Norberto Apa, concluyó que debían continuar con prisión domiciliaria, pero revocó ese beneficio para Ascheri y Bano. Cuando ambos fueron detenidos el 13 de julio, durante en los procedimientos, tres integrantes de La Retaguardia que estaban registrando las detenciones fueron sufrieron agresiones y amenazas por parte de familiares.
Cuando necesitan ayuda
El abogado querellante Pablo Llonto no ocultó su indignación en diálogo con El Diario del Juicio: "Es una decisión claramente ideológica de los dos jueces de derecha que tiene la Sala II de Casación, que no sorprende pero demuestra una vez más donde se concentra el poder de los que votan a favor de los genocidas. Argumentan 'sobre la pena humanitaria', pero eso sólo lo hacen con los genocidas; cuando les llega un caso que tiene que ver con presos de clases sociales bajas que han cometido delitos gravísimos, no se preocupan por la salud". Luego agregó que "Mahiques y Yacobucci han dictado domiciliarias a genocidas en los últimos años y para equilibrar, muy cada tanto, quieren mostrar otra decisión".
Sobre la salud de ambos genocidas, Llonto aseguró: "Ni Bano ni Ascheri tienen enfermedades terminales ni dolencias que no puedan ser tratadas en los hospitales del Servicio Penitenciario. Ese debe ser el criterio para resolver domiciliarias, no andar repartiéndolas entre oficiales del Ejército y policías con ideas similares a las de ellos dos. Los votos de ellos son generalmente votos cantados: donde hay un genocida que necesita ayuda, aparecen los votos de Mahiques y Yacobucci", concluyó.
Un arsenal en casa
Bano durante la pericia médica que constató que sus dolencias podían ser atendidas en un penal federal. Foto: Gustavo Molfino/El Diario del Juicio |
En el caso de Bano, su hija María Fernanda había estado detenida preventivamente en una causa acusada de formar parte de una supuesta asociación ilícita. Cuando allanaron su casa, la misma en la que el su padre cumplía preventiva en domiciliaria en la localidad bonaerense de Villa Ballester, la comisión judicial encontró un verdadero arsenal. Bano hija estaba sospechada de ser parte de una autodenominada "Compañía de Reserva Mohamed Alí Seineldín". Se atribuían pertenecer al Ejército, que negó la existencia formal del grupo. Lo llamativo fue que el arsenal estuviera en la casa de un imputado por delitos de lesa humanidad.
Los paseos de Ascheri
En el caso de Eduardo Ascheri, durante el proceso en el que finalmente fue condenado a prisión perpetua, en dos ocasiones violó la prisión domiciliaria. Fue registrado en ambas por el fotógrafo Gustavo Molfino, parte del Diario de Juicio, quién además es querellante en la causa. El TOF N°4 le acotó sus caminatas permitidas por prescripción médica a la manzana de su casa del barrio porteño de Belgrano.
Las agresiones
El 13 de julio Ascheri y Bano fueron detenidos por orden del TOF N°4. La Retaguardia destinó dos equipos de trabajo para cubrir las noticias. En las dos situaciones, familiares de los genocidas agredieron y amenazaron a Natalia Bernades, Lorenzo Dibiase y Bárbara Barros. Bernades fue hostigada y amenazada por el hijo de Ascheri en Belgrano. En tanto Dibiase y Barros se llevaron la peor parte, porque además de los insultos y las amenazas, en el caso del cronista recibió una agresión física por parte de una persona que había llegado minutos antes a la casa de Bano en un auto de una agencia privada de seguridad. La hija de Bano, en tanto, insultaba vestida con una chaqueta con insignia militar.
Vuelta a casa
A pesar del voto en disidencia de Slokar, con la resolución de mayoría impuesta por Jacobucci y Mahiques, Ascheri y Bano regresarán a cumplir la pena en sus hogares. Es de esperar que no violen el beneficio que la justicia les da, que no acumulen armas, ni amenacen u hostiguen a la prensa mientras realiza su tarea. La gravedad de los delitos por los que fueron condenados no contribuye a pensar que así será.
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