Gonzalo Cháves, Aída Gabriela Chicolla, Teresita González, Juan Carlos Villalba y Mariano Amarilla (desde Suecia), fueron las cinco personas que dieron testimonio en esta jornada. Cháves puso en contexto la conflictividad sindical de aquel momento. Chicolla se refirió a la desaparición de Juan Carlos Silva, que vivía en su casa. González y Villalba dieron asilo en Perú a Gustavo Molfino después del secuestro de su mamá Noemí Gianetti de Molfino. Por último, desde Suecia, Mariano Amarilla contó sus recuerdos de niño. Fue uno de los cinco niños/as secuestrados en el operativo en el que también capturaron a su papá, Rubén Amarilla y a su tía, Marcela Molfino. (Por Gustavo Molfino para El Diario del Juicio*)
Foto de portada: Los genocidas se retiran de la sala. Fue la primera vez que lo hicieron con un testigo ya sentado para declarar. Mientras Gonzalo Cháves -militante montonero durante la Contraofensiva, actualmente tiene 80 años- los mira al pasar, los imputdados miran al piso hasta que quedan de frente con sus defensores (Fernando Tebele/DDJ)
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| Los imputados esperando el permiso para retirarse de la sala. Esta vez lo hicieron cuando el primer testigo, Gonzalo Cháves, (adelante del cerco de madera) ya estaba preparado. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Los imputados se retiran. Para hacerlo, pasan por al lado de Cháves. Sus miradas al piso sólo se levantan cuando quedan de frente a sus defensores. Entre la gente que levanta las pancartas, y ante el testigo, las miradas se clavan en el suelo. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| En su testimonio, Cháves dio cuenta de la conflictividad sindical de la época. Dio números de conflictos y trabajadores/as afectados; mostró volantes de la época y un cable de la Agencia de noticias Télam que nombra a las empresas que se plegaron al paro nacional que la CGT lanzó en 1979. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Con la rosa roja tejida en el pecho, la hija de Cháves observa el testimonio de su padre. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Gabriela Chicolla tenía un taller de cuadros (pictóricos, no políticos) en el barrio porteño de Palermo. Juan Carlos Silva vivía con ella. El secuestro del militante ocurrió cuando salía hacia Brasil en el marco de la Contraofensiva. Luego, Chicolla recibió una visita inesperada en búsqueda de una caja que Silva le había pedido que no entragara a nadie. Esa secuencia fue la base de su testimonio. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Paula Silva Testa, que ya fue testigo en la causa, es la hija de Juan Carlos Silva. Acompañó a la amiga de su padre. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Chicolla recibió preguntas de los defensores, que están mucho menos participativos después de la feria judicial. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Al finalizar el testimonio, Chicolla se abrazó con Silva Testa y posaron juntas para El Diario del Juicio. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Teresita González estaba en Perú, mimetizada con la sociedad en Lima. Junto a su compañero, que declaró después, mantenían las relaciones políticas locales. En su casa fue recibido Gustavo Molfino después del operativo en el que secuestraron a su mamá Noemi Gianetti de Molfino. Contó cómo le tiñieron el pelo y le proveyeron documentos para que saliera del país. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Juan Carlos Villalba, pareja de Teresita, relató cómo vivieron ellos los operativos inesperados en Perú. Su tarea de mimetización social les impidió asistir a la conferencia de prensa en la que Roberto Perdía denunció los secuestros. Sin embargo, trabajaron políticamente ese evento con intensidad. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Villalba escucha las preguntas de la fiscal Sosti (de saco a rayas). Detrás del testigo, de frente a la cámara, los abogados defensores de los integrantes del Batallón de Inteligencia 601. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Teresita observa la declaración emotiva de su compañero desde la primera fila. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Sosti mira a Villalba, que tuvo que detener varias veces su relato para quitarse los lentes y secarse las lágrimas. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Al finalizar su aporte en el juicio, Villalba era esperado por Gustavo Molfino, esta vez fotografiado. (Paula Silva Testa/DDJ) |
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| Desde la embajada argentina en Suecia declaró Mariano Amarilla. Tenía 4 años cuando fue testigo del secuestro de su padre y su tía. Él tambien fue secuestrado junto a su hermana y 3 primos. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Su mamá, Susana Hedman, la única sobreviviente adulta del operativo, dio su testimonio la semana pasada. Esta vez le tocó ver a su hijo desde Estocolmo. Aquí, registrando el momento. (Gustavo Molfino/DDJ) |
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| Amarilla aportó fotos de una visita que realizó en 1994 a la casa de San Antonio de Padua donde todo ocurrió. Fue el primero en regresar al lugar después del operativo del 17 de octubre de 1979. Las fotos serán remitidas al tribunal por la embajada, pero Mariano quiso mostrarlas durante su declaración. (Fernando Tebele/DDJ) |
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