Jorge Eligio Bano y Eduardo Eleuterio Ascheri están desde anoche en la Unidad Penitenciaria 34 de Campo de Mayo. Fueron trasladados ayer el mediodía. Durante los procedimientos en sus domicilios, 3 integrantes de La Retaguardia que registraron sus detenciones, fueron agredidos y recibieron graves amenazas de parte de familiares de ambos genocidas. Compartimos las imágenes de un día de justicia. (Por El Diario del Juicio*)
✍️ Redacción: Fernando Tebele
💻 Edición: Martina Noailles
📷 Fotos y video: Natalia Bernades/Lorenzo Dibiase/Bárbara Barros
📷 Foto de portada: El momento de la detención de Eduardo Ascheri en su domicilio de Belgrano (Natalia Bernades/El Diario del Juicio)
Dentro del auto, que parece más un remís que un vehículo policial, Jorge Bano se va hacia la cárcel de Campo de Mayo en la que cumplirá la pena de prisión perpetua. El registro termina de manera abrupta porque fue el momento de la agresión física.
Lorenzo Dibiase/El Diario del Juicio
Antes de que llegara el auto que finalmente trasladaría a Bano desde su casa de Bella Vista hasta Campo de Mayo, llegó este vehículo. De él descendieron su hija y un acompañante. El vehículo pertenece a la empresa de seguridad Sankt Georg. El nombre remite a un crucero acorazado de la marina Austro-húngara de la Primera Guerra Mundial. Lorenzo Dibiase/El Diario del Juicio
La hija de Jorge Bano fotografió a los integrantes de La Retaguardia. Allí sobrevino el siguiente diálogo: "Para que nos fotografían?", preguntaron integrantes de este medio. "Estamos haciendo lo mismo que ustedes”. Ante la respuesta "Nosotros somos periodistas, ¿nos van a venir a buscar después?", otro familiar de Bano respondió: "Me gustaría, como a los otros 30 mil, pero ahora no podemos". Lorenzo Dibiase/El Diario del Juicio
Al mismo tiempo, en la casa de Eduardo Ascheri en el barrio de Belgrano, la Policía esperó durante una hora la llegada de su hijo. Natalia Bernades/El Diario del Juicio
Finalmente Ascheri salió, acompañado por su hijo, sin ser esposado. El hijo de Ascheri, con una bolsa de basura en su mano, había intentado a los gritos, infructuosamente, que la Policía impidiera el registro del momento. Natalia Bernades/El Diario del Juicio
El genocida finalmente fue subido al vehículo policial, que se fue rápidamente hasta la Alcaidía de Servicio Penitenciario Federal, donde se cumplimentaron unos trámites previos antes de la llegada a la Unidad N°34, ya por la noche. Natalia Bernades/El Diario del Juicio
"A la basura hay que sacarla, ¿no?", posó para la cámara el hijo del condenado por delitos de lesa humanidad. Una vez que el patrullero se alejó, Ascheri continuó caminando detrás de la integrante de La Retaguardia durante al menos cien metros, repitiendo la frase de la basura, y agregando: "Todo vuelve". Natalia Bernades/El Diario del Juicio
*Este diario del juicio por la represión a quienes participaron de la Contraofensiva de Montoneros, es una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, medio alternativo, comunitario y popular, junto a comunicadores independientes. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Seguinos diariamente enhttps://juiciocontraofensiva.blogspot.com
Gracias a La Retaguardia por la cobertura, ningún genocida suelto, cárcel común perpetua y efectiva. Les sugerimos a los familiares de ellos que no hagan comentarios que puedan configurar apología del delito. Como bien lo reflejan Historias Desobedientes, los hijos y familiares no están obligados a hacerse cargo de los crímenes de ellos. Aún están a tiempo de desligarse de esa mochila.
Gracias a La Retaguardia por la cobertura, ningún genocida suelto, cárcel común perpetua y efectiva.
ResponderEliminarLes sugerimos a los familiares de ellos que no hagan comentarios que puedan configurar apología del delito. Como bien lo reflejan Historias Desobedientes, los hijos y familiares no están obligados a hacerse cargo de los crímenes de ellos. Aún están a tiempo de desligarse de esa mochila.
Gracias compañeres! Los genocidas a carcel común. Un documento histórico.
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